La soldadura por arco con férula cerámica es la técnica más consolidada. En este proceso, se genera un arco eléctrico entre el perno y la pieza a soldar, lo que provoca la fusión simultánea de ambas superficies. La férula cerámica rodea el punto de soldadura y cumple tres funciones clave:
- Contiene el baño de fusión, manteniéndolo estable;
- Protege contra la contaminación del aire, evitando la oxidación;
- Regula el enfriamiento, mejorando la calidad de la unión.
- Al finalizar el proceso, la ferrita se retira manualmente, generalmente rompiéndola.
Una alternativa es la soldadura por arco con protección de gas, indicada para diámetros de hasta Ø12 mm. En este caso no se utiliza ferrita cerámica: el baño de fusión se protege mediante un gas inerte que crea una atmósfera controlada alrededor del punto de soldadura. Esta solución es ideal en entornos donde se requiere mayor limpieza o automatización.
Otra variante es la soldadura por arco corto, una tecnología rápida y compacta utilizada para soldar pernos de hasta M8 sobre chapas delgadas. En comparación con la soldadura por descarga de condensadores, el arco corto ofrece una resistencia mecánica superior, lo que la convierte en una excelente opción para aplicaciones sometidas a esfuerzos. Todas estas tecnologías aseguran uniones de alta resistencia y son compatibles con una amplia gama de materiales, como acero dulce, acero inoxidable e incluso, en algunos casos, aluminio, según el proceso elegido y el tipo de fijación utilizado.
La gama incluye: generadores, pistolas manuales, cabezales automáticos, alimentadores universales y una amplia selección de pernos específicos para soldadura por arco.